Las polillas son de metamorfosis completa; huevo, larva, pupa y adulto. Dependiendo de la especie, puede haber más de una generación al año. Las hembras ponen los huevos en el piso (en maleza, troncos, etc) o en plantas huéspedes especificas. Posteriormente emerge una larva, el cual es el estado destructivo, ya que se alimenta vorazmente de las hojas. Pasan por varios estados larvario antes de pupa.
El capullo de la polilla es de seda y normalmente se encuentra en el suelo bajo hojas secas, palos, etc. La hembra adulta secreta una feromona que atrae al macho para el apareamiento.
Para su prevención y control se debe de mantener las puertas de acceso a las instalaciones cerradas, realizar desinsectaciones periódicas por los exteriores para dejar residualidad sobre los muros e intoxicar las polillas que se paren en la pared.